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Hiperactivo, Impulsivo, Distraído Me conoces?: Guía Acerca del Déficit Atencional (TDAH) Para Padres, Maestros y Profesionales

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Si su hijo ha recibido un diagnóstico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), usted necesita orientación y apoyo en los que pueda confiar. Ha llegado al lugar correcto. Uno de los principales expertos, el Dr. José J. Bauermeister, explica, con claridad, la naturaleza de los problemas de atención y las razones por las que los niños con estos trastornos actúan como lo hacen. Usted aprenderá estrategias cuya eficacia ha sido comprobada para superar los frustrantes problemas de la conducta, para ayudar a su hijo a tener éxito en la escuela y, de ser necesario, para encontrar la ayuda profesional adecuada. El Dr. Bauermeister ha dedicado su carrera a trabajar con niños hispanos y con familias hispanas cuyas experiencias y culturas distintivas se reflejan en cada página. Escrito en español (no traducido), este libro es un recurso único para ayudarlo(a) a usted a satisfacer las necesidades de su hijo. Además, proporciona información esencial para maestros y otros profesionales. Esta tercera edición, revisada y actualizada, incluye la investigación científica y las estrategias de tratamiento más recientes.

If your child has been diagnosed with attention-deficit/hyperactivity disorder (ADHD), you need guidance and support that you can trust. You've come to the right place. Leading expert Dr. José J. Bauermeister clearly explains the nature of attention problems and why children with these disorders act the way they do. You'll learn proven strategies for overcoming frustrating behavior problems, helping your son or daughter succeed in school, and, if needed, finding the right professional help. Dr. Bauermeister has devoted his career to working with Hispanic children and families, whose unique experiences and culture are reflected on every page. Written in Spanish (not a translation), this is a unique resource to help you meet the needs of your child. It also provides essential information for teachers and other professionals. Revised and updated, the third edition includes the latest scientific research and treatment strategies.
 

ISBN-13: 9781462512362

Media Type: Paperback

Publisher: Guilford Publications - Inc.

Publication Date: 01-21-2014

Pages: 323

Product Dimensions: 5.90(w) x 8.80(h) x 1.10(d)

José J. Bauermeister, PhD, es psicólogo clínico e investigador activo del TDAH. Profesor jubilado de la Universidad de Puerto Rico, el Dr. Bauermeister recibió el premio de Contribución Distinguida de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, fue admitido al Salón de Fama de los Niños y Adultos con TDAH/TDA (CHADD), y fue electo Miembro Distinguido ("Fellow") en la Asociación Americana de Psicología en reconocimiento de sus aportaciones sobresalientes a la psicología. Ofrece numerosos talleres para profesionales y padres y es reconocido a nivel internacional por su trabajo en el campo. José J. Bauermeister, PhD, is a clinical psychologist and active ADHD researcher. A retired professor from the University of Puerto Rico, Dr. Bauermeister is the recipient of a Distinguished Contribution award from the Puerto Rican Psychological Association, was inducted into the Children and Adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder (CHADD) Hall of Fame, and is an appointed Fellow of the American Psychological Association in recognition of his outstanding contributions to psychology. He presents numerous parent and professional workshops and is internationally known for his work in the field.

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Hiperactivo Impulsivo Distraído

¿Me conoces? : Guía acerca del déficit atencional (TDAH) para padres, maestros y profesionales


By José J. Bauermeister

The Guilford Press

Copyright © 2014 José J. Bauermeister
All rights reserved.
ISBN: 978-1-4625-1236-2



CHAPTER 1

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES


Por diversas razones que explicaré más adelante, algunos niños, adolescentes y adultos no desarrollan, al nivel esperado para su edad, la habilidad para sostener la atención, inhibir impulsos y regular la actividad física. Estas personas, como María Inés y Pedro Jaime, pueden ser muchísimo más inatentas, activas e impulsivas que las demás y pueden tener dificultad para actuar de acuerdo a las normas de comportamiento establecidas y aceptadas por la mayoría.

Las dificultades para responder adecuadamente en situaciones en las que se requiere sostener la atención e inhibir o regular la conducta pueden traer sufrimiento a las personas con estas características de comportamiento y afectar su capacidad para funcionar adecuadamente. Cuando las características predominantes son la inatención y la hiperactividad-impulsividad, como era el caso de mi amigo Pedro Jaime, el patrón de comportamiento se llama trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), presentación combinada. Cuando la característica predominante es la hiperactividad-impulsividad, el patrón de conducta se denomina trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), con presentación predominantemente hiperactiva-impulsiva. Mi amiga María Inés presentaba este tipo de comportamiento. En el pasado, estos tipos del trastorno fueron llamados "disfunción cerebral mínima," "reacción hipercinética de la niñez" o, más comúnmente, "hiperactividad." En este libro en ocasiones usaré el término hiperactividad, para referirme a estas dos expresiones del trastorno.

Cuando la característica predominante es la falta de atención, el patrón de comportamiento se denomina trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), con presentación predominantemente inatenta. Usaré ocasionalmente el término inatención para referirme a esta presentación del trastorno. Finalmente, usaré el término trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) cuando me refiera al trastorno en general.

El hecho de que algunas personas no hayan logrado desarrollar, tan bien como otras de la misma edad, la capacidad para sostener la atención, inhibir impulsos y regular su nivel de actividad, no es de por sí un indicador de desajuste psicológico o de un problema emocional. Estas características son parte de las muchísimas diferencias que existen entre los seres humanos. Somos diferentes unos de otros hasta en nuestras huellas digitales. Nadie se atrevería a concluir que las personas que no han desarrollado tan bien como la mayoría la habilidad para cantar tienen un "trastorno por déficit musical." Si se llegara a esa conclusión, seríamos muchos los que cumpliríamos con los criterios para este nuevo "trastorno."

Lo que puede llevar a que estas características de inatención e hiperactividad-impulsividad puedan ser consideradas como un trastorno es el potencial que tienen para interferir con la capacidad de la persona para lidiar de manera efectiva con las exigencias de ciertas situaciones, algunas de las cuales tienden a ser cada vez más complejas en el mundo moderno. Así es que si al presente su hijo, estudiante o cónyuge es inatento o hiperactivo-impulsivo, o ambos, pero se desenvuelve bien en la escuela, en el trabajo y en la interacción con otros, y se siente feliz o contento consigo mismo, no tiene sentido pensar que cualifica para el diagnóstico del TDAH. Naturalmente, esto no descarta que pueda cualificar para dicho diagnóstico en el futuro.

Las características principales del TDAH en niños, adolescentes o adultos se discuten a continuación. Para ello, utilizaré en parte la información que me han brindado los padres de varios amigos especiales. Al leerla, podrán apreciar que ellos tienen en común una capacidad disminuida para autorregular el comportamiento en el hogar, en la escuela y en otros lugares, de acuerdo a lo que se espera para la edad. Sin embargo, es bueno hacer énfasis en que esta información no puede ser utilizada para diagnosticar a su hijo o estudiante. Sólo un profesional especializado en el comportamiento de los niños y adolescentes y con la experiencia necesaria (p. ej., psicólogo, psiquiatra, neurólogo o pediatra especializado en el neurodesarrollo) puede hacer el diagnóstico del TDAH con precisión. Además, para el diagnóstico se usan criterios adicionales (capítulo 8).


INATENCIÓN

Todas las personas difieren en la capacidad para prestar atención y sostenerla. Esta capacidad puede variar de acuerdo a un sinnúmero de factores, tales como las habilidades, el estado de ánimo, el cansancio, las preocupaciones y la salud de la persona, así como el tipo de actividad a la cual hay que prestar atención. Sin embargo, lo que caracteriza a la persona con inatención es el hecho de que esta falta de atención empieza a manifestarse en la niñez de una manera intensa y persistente. Además, afecta negativamente su desempeño en diferentes actividades y en más de un escenario.


Etapa de la infancia y etapa preescolar

Los indicadores de falta de atención pueden ser diferentes en el transcurso del desarrollo. Resulta difícil identificar las señales de inatención en los primeros 5 años de vida. Estas señales podrían quizás manifestarse en una dificultad mayor del niño para entretenerse en un juego o una actividad por un período razonable de tiempo. Se observarían, por ejemplo, en la tendencia a dedicar poco tiempo a un juguete en particular y a cambiar repetidamente de un juguete a otro. Podría ser más frecuente, además, la observación de que no parece estar escuchando lo que se le está diciendo.


Etapa de la niñez media y la preadolescencia

Ya para la edad escolar, la dificultad para prestar atención se observa de forma más definida en aquellas situaciones o actividades consideradas como poco estimulantes, repetitivas o tediosas como, por ejemplo, al pedirle que lleve a cabo algunos quehaceres del hogar propios de la edad y al hacer las tareas escolares. La dificultad para sostener la atención se manifiesta, sobre todo, en tareas o actividades que requieren esfuerzo o persistencia. En esos momentos cualquier cosa interrumpe el proceso de atender a lo que está haciendo. La experiencia en el hogar y en la escuela es que "hay que estar encima de él para que haga las cosas." Algunos de los niños con esta dificultad son descritos como "confundidos," "espaciados," "soñando despiertos" o "con la mente en blanco." En contraste, logran concentrarse más en programas de televisión de mucha acción o en juegos electrónicos. Estos programas o juegos están diseñados para ser estimulantes y lograr capturar la atención del niño. Este hecho confunde a los padres, maestros y otros profesionales, ya que el término deficiencia de atención comunica erróneamente la idea de que el niño con esta condición no puede prestar atención a nada. Éste no es el caso . La dificultad es más sobresaliente en situaciones que consideran aburridas o tediosas y que requieren esfuerzo mental sostenido.

Además de distraerse con facilidad, mucho más de lo típico para la edad, los niños y adolescentes con dificultades atencionales demuestran la tendencia a no fijarse en los detalles de las tareas que tienen que hacer o a cometer errores "tontos" por descuido (p. ej., 6 - 2 = 8). También demuestran la tendencia a ser olvidadizos, desorganizados y a perder cosas necesarias para el trabajo escolar, tales como asignaciones, lápices, libros o libretas, así como otros objetos. En ocasiones, han hecho correctamente sus tareas escolares, pero tal vez no las lleven a la escuela. Si las llevan, no las encuentran o, aun encontrándolas, olvidan entregarlas a los maestros.


Etapa de la adolescencia

La inatención en los adolescentes también se manifiesta en la dificultad para estudiar solos, ya que no logran concentrarse por un período relativamente largo. Las tareas para hacer en el hogar se hacen a mitad; si se empiezan, no se terminan. Con frecuencia, no prestan atención suficiente a las instrucciones relacionadas con lo que tienen que hacer, se olvidan de llevar a cabo las tareas, o se distraen en el proceso y no las terminan. Este patrón de comportamiento por falta de atención es diferente del que observamos en el joven que, aun sabiendo lo que tiene que hacer, se resiste y decide no hacer lo que se le pidió. Pueden dar la impresión, además, de que no están interesados en obtener éxito, sobre todo cuando dejan las cosas para hacerlas a última hora.


Etapa de la adultez

La persona adulta con inatención manifiesta muchas de las dificultades antes mencionadas y otras que se reflejan en forma diferente. Las conductas tales como el olvido de citas o documentos importantes para una reunión de trabajo, la falta de organización, la dificultad para seguir rutinas, mantenerse atento a una conversación o concentrarse al leer, y las distracciones frecuentes en el trabajo podrían considerarse ejemplos de las dificultades atencionales a las que me he estado refiriendo.


HIPERACTIVIDAD E IMPULSIVIDAD

Al igual que sucede con la capacidad para prestar y sostener la atención, la capacidad de las personas para regular el comportamiento también aumenta con la edad. Cuando el desarrollo del control propio no progresa como el de la mayoría de las personas en esa misma etapa de desarrollo, observamos una serie de conductas que llamamos hiperactividad-impulsividad. No nos referimos con estos términos a la sobreactividad o a un nivel alto de actividad. Nos referimos a un patrón de conductas, exagerado para la edad, que refleja una dificultad intensa y persistente para controlar las acciones y pensar antes de actuar.


Etapa de la infancia

Del primer año de vida en adelante, el patrón de hiperactividad-impulsividad puede ser descrito por la expresión "pequeña tormenta en acción." Se observa la tendencia a estar en movimiento frecuente, metido en todo, tocando objetos y trepando o brincando sobre los muebles.

Estas conductas ocurren con una frecuencia mayor de lo esperado para la edad. La actividad parece ser excesiva, sin un propósito aparente. En un momento de descuido está en el medio de la calle o trepado en la verja del patio, en las rejas del balcón o encima del automóvil. No camina; corre. Parece que está "movido por un motorcito." Tiene una propensión muy alta a llorar y a tener rabietas cuando no se le complace. Puede tratar a las mascotas de la casa con brusquedad, al no entender las consecuencias que puede tener en los animales ese tipo de juego. Los juguetes no duran mucho. Los rompe por descuido, pero sobre todo al desarmarlos o utilizarlos con un propósito distinto para el cual fueron diseñados.


Etapa preescolar

Para la edad preescolar, de 3 a 5 años, el patrón de conducta hiperactivo-impulsivo continúa en algunos casos y aparece por primera vez en otros. Las dificultades para mantenerse sentado al comer, hacer algunas tareas preescolares y jugar tranquilamente continúan. Observaciones similares empiezan a llegar de los centros de cuido o los centros preescolares. Cuando va en el automóvil, se resiste a usar el cinturón de seguridad; se sale del asiento; juega con los seguros de las puertas, con las ventanas y empuja o patea los asientos de los pasajeros del frente. El paseo en el automóvil se convierte en un momento de tensión para todos. Al jugar, entra en conflicto con sus compañeros porque no sigue las instrucciones o reglas o interactúa bruscamente con ellos. Aunque es difícil describir la capacidad de los niños preescolares para tolerar la frustración, esperar ser complacidos y considerar las consecuencias negativas o peligrosas de sus comportamientos, los niños hiperactivos no han desarrollado estas cualidades tan bien como los de su edad. Expresan las emociones más rápidamente y con una intensidad mayor. Es como si su comportamiento fuera el de un niño de edad cronológica menor.


Etapa de la niñez media y la preadolescencia

Para la niñez media y la preadolescencia, es decir, de 6 a 12 años de edad, el patrón de hiperactividad-impulsividad se refleja en la tendencia a responder más a las características del momento que a las directrices que han recibido o a las reglas o normas establecidas para la situación. Esto queda ilustrado por la explicación que me dio Luis, el niño descrito al comienzo de esta sección. Al hablarme de sus dificultades en la escuela, me comentó con los ojos llenos de lágrimas: "Es que me entra una corriente eléctrica por los pies, me sube, me llega al cerebro ... yo trato de controlarme ... se lo pido a Papá Dios ... pero no puedo...." Es muy alta la propensión a levantar la mano sin saber la contestación a una pregunta o a contestarla fuera del turno; a empujar o a tratar de colarse al hacer la fila; a actuar antes de que le terminen de explicar las instrucciones; a interrumpir; a no anticipar los riesgos o consecuencias de sus acciones; a esperar que se les complazca en el momento, y a no trabajar hacia metas y recompensas a largo plazo. En momentos o situaciones en que es necesario estar sentado (p. ej., a la hora de estudiar, a la hora de comer, en el salón de clases o en la iglesia), la dificultad para mantenerse quieto continúa siendo un reflejo de la inhabilidad para regular el comportamiento. Conductas tales como salirse del asiento o arrodillarse en éste, jugar nerviosamente con las manos, tocar objetos, mover los pies, retorcerse o contorsionarse en el asiento, hablar, mirar a los lados o hacia atrás, son manifestaciones de esta inhabilidad.


Etapa de la adolescencia

El patrón de comportamiento hiperactivo-impulsivo en la adolescencia se manifiesta en una forma más sutil e incluso con menor frecuencia. La actividad física gruesa, como caminar sin permiso de un lado a otro del salón de clases, puede haber desaparecido o reflejarse de una forma menos obvia. Por ejemplo, puede reflejarse en la tendencia a moverse frecuentemente en el asiento, a hablar excesivamente, a interrumpir y a ser "el payaso" en el salón de clases.

El nivel de actividad también se puede manifestar en sentimientos de inquietud o de "estar atrapados" en aquellos lugares en los que tiene que estar mucho tiempo sentado o sin moverse. La impulsividad se deja ver en comentarios inapropiados que los adultos pudieran fácilmente interpretar como irrespetuosos. En fin, la dificultad para inhibir o controlar la conducta de acuerdo con las normas establecidas para la situación es un reflejo del patrón de hiperactividad e impulsividad.


Etapa de la adultez

Al igual que en la adolescencia, la dificultad para regular el nivel de actividad e inhibir los impulsos se manifiesta en la adultez en sentimientos de intranquilidad o desesperación si se tiene que estar mucho tiempo sentado, así como en el movimiento frecuente o en la búsqueda de la oportunidad de moverse de un lugar a otro. Un destacado profesional me explicaba que a él le cuesta mucho mantenerse sentado. Al cabo de cierto tiempo, tiene que levantarse del asiento y caminar. "Cuando me siento así, le explico a mis clientes o compañeros que ese es mi estilo de trabajo, que tengo que moverme, que me excusen el que me mueva mientras seguimos conversando o trabajando." Otras manifestaciones son la dificultad para establecer y mantener una rutina de trabajo, los cambios frecuentes de empleo, la dificultad para involucrarse en actividades sedentarias, la toma de decisiones rápida e irreflexiva, la impaciencia y la expresión de comentarios sin tomar en consideración el impacto que éstos podrían tener.


INDICADORES DEL TDAH

En los diagramas de la próxima sección presento un resumen de los indicadores del TDAH según establecido en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM, por sus siglas en inglés). Discutiré cómo se establece el diagnóstico en el capítulo 8. Como estos indicadores no fueron desarrollados para adultos, también incluyo aquellos propuestos por Barkley, Murphy, y Fischer para esta población.


¿CUÁNTAS PERSONAS PRESENTAN EL TDAH?

El TDAH es la condición que se observa con mayor frecuencia en la niñez. Éstas son las estadísticas para los niños hispanos.


(Continues...)

Excerpted from Hiperactivo Impulsivo Distraído by José J. Bauermeister. Copyright © 2014 José J. Bauermeister. Excerpted by permission of The Guilford Press.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
Excerpts are provided by Dial-A-Book Inc. solely for the personal use of visitors to this web site.

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Table of Contents

Prólogo, Russell A. Barkley
Introducción a la tercera edición
I. El trastorno por déficit de atención
1. Características principales
2. Las personas con problemas atencionales únicamente
3. Otras características importantes
4. El TDAH y el desarrollo insuficiente de las funciones ejecutivas
5. Dificultades asociadas
6. El TDAH en las etapas del desarrollo: Algunas experiencias de los niños, adolescentes y adultos
7. Cómo explicar el TDAH: Influencias mutuas de factores neurobiológicos y ambientales
II.Tratamiento del TDAH
9. Fortalecer la autoestima
10. Trabajando con uno mismo y con la familia
12. Facilitar comportamientos apropiados
13. Estrategias de manejo: Aplicación de consecuencias positivas
14. Estrategias de manejo: Aplicación de consecuencias negativas
15. Medicamentos
16. Su niño, la escuela y usted: Guías para los padres
17. Su estudiante, la escuela y usted: Guías para los educadores
18. El TDAH en niñas
19. La orientación al niño o adolescente
20. En conclusión: ¿Cuál es el mejor tratamiento para el TDAH?


Foreword, Russell A. Barkley
Introduction to the Third Edition
I. Attention Deficit Hyperactivity Disorder
1. Main Characteristics
2. People with Attention Problems Only
3. Other Important Characteristics
4. ADHD Is Associated with Underdeveloped Executive Functions
5. Associated Difficulties
6. ADHD in Developmental Stages: Some Experiences of Children, Adolescents, and Adults
7. How to Explain ADHD: Reciprocal Influences of Neurobiological and Environmental
 Factors
8. Evaluation and Diagnosis
II. Treatment of ADHD
9. Strengthening Self-Esteem
10. Working on Ourselves and with the Family
11. Effective Communication
12. Fostering Appropriate Behaviors
13. Management Strategies: Applying Positive Consequences
14. Management Strategies: Applying Negative Consequences
15. Medications
16. Your Child, School, and You: Guidelines for Parents
17. Your Student, School, and You: Guidelines for Teachers
18. ADHD in Girls
19. Guidance for Children or Adolescents
20. In Conclusion: What Is the Best Treatment for ADHD?
Epilogue; Appendix; Glossary